Amor, Relaciones

“Deseamos intensamente el amor. Lo buscamos en las relaciones con los demás y también a través de la conexión con lo divino. Pero en verdad lo que están clamando yace dentro de ustedes; es su propia naturaleza divina, la parte de nosotros que es una con la alegría y el amor incondicional.

Lo que es paradójico a cerca de las relaciones es que ustedes solo pueden estar íntimamente conectados con otra persona, si son capaces de abrazar la unidad dentro de ustedes mismos. Si están listos para aceptarse, con las cargas del pasado, con vuestros altibajos. –Entonces hay espacio para otra persona con su individualidad única, de esa manera no se está utilizando a la otra persona para volver al hogar. En cambio comparten el hogar que llevan dentro de su corazón con la persona elegida. Esta clase de relación pasa a ser una celebración conjunta, un compartir, y es una relación sanadora, ya sea con una pareja, un amigo o con un hijo.

Cuando sientan que están fuera de control, que están siendo arrastrados por emociones que les impiden acercarse a vuestra pareja con un corazón abierto, pueden sentir  un profundo miedo a ser abandonados, o justamente lo opuesto: Un miedo a conectarse tan profundamente con alguien que se pierden en eso. Pueden haber otras emociones, tales como Ira, Celos, pero lo importante es que se den cuenta de cómo las emociones intensas tiene que ver más con ustedes mismos que con la relación. La relación dispara las emociones, pero ellas mismas derivan en causas más profundas.

Lo importante ahora es que ustedes se vuelquen hacia el niño interior herido y abandonado, quién es la causa del desequilibrio emocional. Hacer esto no es responsabilidad de vuestra pareja, y ustedes tampoco son responsables del niño interior de la misma. Hacer a alguien más responsable de su dolor y esperar que ellos lo sanen lleva a una enorme confusión en las relaciones.

En una relación sanadora, es natural extrañarse mutuamente, si de un modo u otro fuesen separados. Es natural disfrutar y por lo tanto añorar la compañía del otro. Pero en una relación destructiva hay un sentimiento que ustedes no pueden hacerlo o vivir sin el otro, se vuelven dependientes de la otra persona para vuestro propio bienestar, y tal vez hasta de su propia vida. Esto sustancialmente nos debilita. Hay un profundo miedo de posible rechazo  por parte del otro y esto los hace sentir pequeños e INSEGUROS, y toda la relación deja de tener ese espacio alegre y esa libertad que tenía en un principio.

Traten de sentir estas cosas por ustedes mismos, calmadamente y a vuestro propio modo, No tengan miedo de hacer espacio en la relación para permitirse sentir esta clase de cosas; porque una vez que se hallan en la espiral negativa de una relación, a menudo es necesario que las personas se distancien una de otra, física y emocionalmente, para darse cuenta donde está parado cada uno.
El amor y la aceptación incondicional van a ser encontrados solo en vuestro propio corazón, por y para ustedes mismos. NO CARGUEN AL OTRO CON ÉSTE DEBER.
Cuando ustedes se aman a sí mismos, les resulta más fácil ver a la otra persona bajo una perspectiva real; ya no tienen que tomarse personalmente las cosas ofensivas o hirientes, que a veces él o ella dicen o hacen. Sus acciones o reacciones les pertenecen a ellos, y se vuelve más fácil no responder tan emocionalmente a eso.

La otra persona ya no es responsable de la salvación de vuestra alma.¡¡ Ustedes lo son!! Ustedes son los Maestros de vuestro mundo, de vuestra realidad.”
Pamela Kribbe.- 2013

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